Introducción
Si estás amamantando a tu bebé y has sentido que algo no va bien en cada toma, no estás sola. Muchas madres enfrentan desafíos al inicio de la lactancia, y uno de los problemas menos conocidos pero frecuentes es la anquiloglosia (lengua anclada) por frenillo lingual corto. Este pequeño detalle en la anatomía de tu bebé puede ser la causa de molestias en el agarre, tomas largas y poco eficaces, escasa ganancia de peso, o incluso dolor persistente en el pecho. ¿Pero qué significa exactamente tener un frenillo corto? ¿Es siempre un impedimento para una lactancia exitosa?
En este artículo, descubrirás todo lo que necesitas saber sobre el frenillo corto: qué es, cómo detectarlo y, lo más importante, qué soluciones existen para que tú y tu bebé podáis disfrutar de una lactancia plena y sin dolor. Te guiaré paso a paso por los síntomas, el diagnóstico y los tratamientos disponibles, dándote herramientas prácticas para superar esta etapa. Este artículo es ideal para madres, padres y cuidadores que buscan información clara y profesional para entender mejor a su bebé y mejorar su experiencia de lactancia.
¿Qué es el frenillo lingual?
El frenillo lingual es un pequeño pliegue de tejido que conecta la lengua con el suelo de la boca y su función principal es proporcionar estabilidad a la lengua en los primeros años de vida. Este tejido, denominado también como «frenulum», puede variar en forma, grosor y longitud, y su estructura juega un papel fundamental en el desarrollo de la función oral, especialmente en el habla, la masticación y la succión. Cuando el frenillo es particularmente corto o restrictivo, se lo conoce como anquiloglosia, o “frenillo lingual corto”, una condición que puede limitar la movilidad de la lengua y dificultar acciones básicas como la lactancia, ya que el bebé puede tener problemas para succionar correctamente.
Importancia del frenillo en el desarrollo del bebé
La importancia del frenillo lingual radica en su influencia en el desarrollo de varias funciones orales críticas durante la primera infancia. Un frenillo normal permite que el bebé tenga suficiente movilidad en la lengua para realizar movimientos de succión y deglución eficaces, esenciales para una lactancia exitosa. Sin embargo, cuando el frenillo es demasiado corto, puede impedir que el bebé se alimente adecuadamente, afectando tanto su crecimiento como su bienestar. Además, una movilidad lingual limitada en la infancia puede influir en otros aspectos a largo plazo, incluyendo la articulación del habla y el desarrollo de la mandíbula y el paladar, así como el correcto crecimiento y expansión de las fosas nasales.
Esta condición puede causar síntomas como dificultad para mantener el agarre en el pecho, fatiga durante la alimentación y, en algunos casos, molestias o dolor en la madre al amamantar. Por ello, la detección temprana y el seguimiento profesional son fundamentales para asegurar que el bebé tenga un desarrollo saludable y una lactancia exitosa.
¿Cómo afecta un frenillo corto a la lactancia?
Dificultades comunes en la lactancia relacionadas con el frenillo
Un frenillo corto puede presentar un reto significativo para la lactancia materna, ya que limita la movilidad de la lengua del bebé, un factor clave para el buen agarre y la succión efectiva. La lengua juega un papel esencial al posicionarse entre el complejo pezón-areola y el paladar del bebé, formando un sello que permite una extracción eficiente de la leche. Cuando la lengua está restringida por un frenillo corto, el bebé puede tener dificultades para posicionarse adecuadamente y lograr un agarre profundo. Esto no solo dificulta la lactancia, sino que también puede afectar la cantidad de leche que el bebé recibe en cada toma, aumentando la frecuencia de las tomas y, en algunos casos, causando frustración tanto para la madre como para el bebé.
Síntomas en el bebé: dificultad para el agarre, fatiga al succionar y menor ganancia de peso.
Los síntomas de un frenillo corto en el bebé suelen notarse en el momento de la lactancia, aunque a veces pueden ser sutiles y pasados por alto sin la valoración de un profesional. Entre los síntomas más comunes se incluyen:
- Dificultad para el agarre: El bebé puede tener problemas para aferrarse al pecho de manera estable, deslizándose constantemente o soltándose durante la toma. Esto suele provocar que el bebé tenga que «reajustarse» repetidamente, lo que resulta en tomas prolongadas y menos efectivas.
- Fatiga al succionar: Al no poder mover la lengua libremente, el bebé necesita hacer un esfuerzo adicional para extraer la leche. Esta sobrecarga de trabajo puede llevar a una fatiga rápida durante la succión, lo que interrumpe las tomas y puede llevar a una ingesta insuficiente de leche.
- Menor ganancia de peso: Un frenillo corto puede llevar a un menor aumento de peso en el bebé si no puede obtener la cantidad de leche adecuada en cada toma.
Síntomas en la madre: dolor, grietas y alteraciones en la producción de leche
Las madres que amamantan a un bebé con frenillo corto también pueden experimentar una serie de síntomas, principalmente relacionados con el dolor y las lesiones en el pecho debido a la succión inadecuada del bebé. Entre los síntomas más comunes en la madre, se destacan:
- Dolor al amamantar: La falta de un agarre adecuado significa que el bebé no coloca la lengua en la posición correcta, lo cual puede causar fricción excesiva en el pezón y dolor durante toda la toma. Este dolor puede persistir incluso después de que el bebé termine de alimentarse, dificultando que la madre continúe la lactancia.
- Grietas en los pezones: La succión incorrecta y el uso compensatorio de labios y encías sobre una zona pequeña del pezón, debido a la poca movilidad de la lengua, puede generar grietas y fisuras en los pezones. Esto no sólo es doloroso, sino que también puede aumentar el riesgo de infecciones en la madre.
- Alteraciones en la producción de leche: La producción de leche está directamente relacionada con la frecuencia y efectividad de la succión del bebé. Cuando el bebé no extrae la leche de manera eficaz, el cuerpo de la madre puede interpretar que necesita producir menos leche, llevando a una reducción en la producción. Esto puede causar una experiencia de lactancia insatisfactoria y limitar la duración de la misma. También podemos encontrar la situación opuesta, en la que la madre presenta un exceso de producción, que puede agravar el cuadro, puesto que el bebé no es capaz de gestionar volúmenes grandes de leche, apareciendo más atragantamientos o rechazo al pecho por el mismo motivo.
Los problemas asociados con el frenillo corto en la lactancia pueden ser frustrantes tanto para la madre como para el bebé, pero existen soluciones y apoyo profesional para abordarlos. Con una adecuada evaluación y técnicas de apoyo, muchas madres logran superar estos desafíos y establecer una lactancia satisfactoria.
Diagnóstico del frenillo corto
Un diagnóstico preciso y temprano de la anquiloglosia por frenillo corto, es fundamental para evitar complicaciones en la lactancia y otras funciones orales del bebé. A continuación, abordamos cómo identificar esta condición y el papel clave de diferentes profesionales en su evaluación.
Cómo identificar un frenillo corto en el bebé
Detectar un frenillo lingual corto puede ser complicado, ya que sus manifestaciones varían en cada caso. Sin embargo, existen señales visibles y conductuales que los padres y cuidadores pueden observar:
Características físicas del frenillo
- Un pliegue de tejido tenso o grueso que conecta la lengua con el suelo de la boca.
- Dificultad para que el bebé saque la lengua más allá de sus labios.
- lengua que no se eleva en su parte central (se evidencia fácilmente cuando el bebé llora), sino sólo en los laterales
- Lengua con forma de «corazón» o hendidura en la punta al intentar sacarla.
Signos durante la lactancia
- Problemas para mantener un buen agarre en el pecho.
- Movimientos limitados de la lengua, como la incapacidad de levantarla hacia el paladar.
- Ruido de «chupeteo» o chasquidos durante la succión, señal de que no se está logrando un buen sellado.
- Alta irritabilidad en el bebé.
Impacto en el crecimiento del bebé
- Fatiga durante las tomas, lo que lleva a tomas más frecuentes y cortas.
- Bebés muy aletargados, a los que hay que despertar para comer.
- Baja ganancia de peso debido a una ingesta insuficiente de leche
Identificar estas señales tempranas puede marcar una gran diferencia, ya que permite buscar ayuda especializada para confirmar el diagnóstico y definir un plan de acción.
Evaluación del frenillo por parte de profesionales
El diagnóstico definitivo del frenillo corto debe ser realizado por profesionales con experiencia en lactancia y funciones orales. Cada especialista aporta una perspectiva única al análisis de esta condición:
Pediatras:
- Son generalmente el primer punto de contacto para las familias. Evalúan el estado general del bebé y pueden identificar signos físicos del frenillo corto.
- En algunos casos, remiten a otros especialistas si sospechan de anquiloglosia.
Asesores de lactancia e IBCLCs:
- Expertos en técnicas de lactancia, pueden identificar problemas relacionados con el agarre y la succión, factores clave para sospechar de un frenillo corto.
- Brindan soluciones prácticas para mejorar la técnica de lactancia mientras se busca tratamiento.
- Pueden evaluar la presencia de anquiloglosia por frenillo corto con escalas validadas
Fisioterapeutas especializados en lactancia:
- Evalúan la función y la movilidad de la lengua del bebé. Pueden tratar las disfunciones que estén repercutiendo sobre estos aspectos, diseñar ejercicios específicos para mejorar la movilidad lingual en casos leves, evaluar la presencia de anquiloglosia por frenillo corto con escalas validadas y acompañarte durante el proceso de recuperación tras una intervención.
Logopedas:
- Analizan el impacto del frenillo en la función oral, la deglución, el desarrollo del habla… Su intervención es clave si se sospecha de problemas a largo plazo en la articulación de palabras.
Odontopediatras:
- Expertos en la anatomía oral, realizan una evaluación detallada del frenillo y pueden realizar procedimientos menores como una frenotomía si es necesario.
Otorrinolaringólogos (ORL):
- Evalúan de manera integral las estructuras orales y la garganta para descartar otros factores que puedan estar afectando la alimentación o la respiración del bebé.
- En casos complejos, son quienes suelen realizar procedimientos quirúrgicos más avanzados.
Importancia de un diagnóstico multidisciplinario
La participación de un equipo multidisciplinario garantiza una evaluación completa y personalizada. Cada profesional aporta su experiencia para confirmar si el frenillo corto está causando problemas y definir el tratamiento más adecuado, ya sea conservador o quirúrgico. Además, el acompañamiento continuo asegura que el bebé alcance un desarrollo oral saludable, optimizando su alimentación y, a largo plazo, su capacidad para hablar y masticar adecuadamente.
Detectar el frenillo corto a tiempo y contar con el apoyo adecuado puede transformar completamente la experiencia de lactancia, asegurando bienestar para la madre y el bebé.
Opciones de tratamiento para el frenillo corto
Valoración de la necesidad de intervención
El primer paso en el tratamiento del frenillo corto es una evaluación exhaustiva de la situación, que debe ser realizada por un profesional capacitado y formado específicamente en la valoración de la anquiloglosia por frenillo corto. Esta valoración tiene en cuenta:
Grado de restricción del frenillo: Algunos frenillos pueden ser cortos pero funcionales, mientras que otros limitan significativamente el movimiento de la lengua.
Impacto en la lactancia: Se analiza si el frenillo está afectando el agarre, la transferencia de leche y el confort de la madre durante las tomas.
Crecimiento del bebé: En casos donde el bebé no gana peso adecuadamente o muestra señales de malestar durante la alimentación, puede ser necesaria una intervención.
Factores a largo plazo: En algunos casos, un frenillo corto no tratado puede afectar al habla o el desarrollo dental más adelante, lo que refuerza la importancia de tomar medidas tempranas.
La decisión de intervenir depende de los síntomas presentes y del impacto en la calidad de vida de la madre y el bebé.
Frenotomía: en qué consiste y cuándo es necesaria
La frenotomía es el tratamiento más común para un frenillo corto que causa problemas significativos en la lactancia. Este procedimiento consiste en un corte rápido y sencillo del frenillo lingual para liberar la lengua y permitir un mayor rango de movimiento.
¿En qué consiste?
La frenotomía se puede realizar con tijera y sonda acanalada de manera ambulatoria y dura pocos minutos. No requiere anestesia general. Tras el procedimiento, el bebé puede alimentarse de inmediato.
También puede realizarse con bisturí eléctrico o láser. En este caso, sí requerirá anestesia general.
¿Cuándo es necesaria?
La frenotomía se recomienda cuando el frenillo corto interfiere con:
- El agarre y la succión eficaz del bebé.
- El confort de la madre durante la lactancia, causando dolor o grietas persistentes.
- El aumento de peso y desarrollo general del bebé.
También puede ser necesaria en casos donde se prevén problemas futuros en el habla o en la dentición.
La frenotomía tiene un alto índice de éxito y, en la mayoría de los casos, mejora significativamente la lactancia y la calidad de vida tanto de la madre como del bebé.
Terapias de apoyo: ejercicios para el bebé y técnicas de lactancia
Además de la frenotomía, o como alternativa en casos leves, las terapias de apoyo son fundamentales para mejorar la función de la lengua y optimizar la experiencia de lactancia.
Ejercicios para el bebé
- Trabajo manual lingual: ejercicios que ayudan a mejorar la flexibilidad del nuevo frenillo y que trabajan la función y fuerza de los músculos de la lengua.
- Estimulación lingual: Se puede estimular la lengua del bebé para promover un movimiento más amplio y controlado.
- Estrés del sellado: técnica para estimular y mejorar el sellado lingual.
Técnicas de lactancia
- Posturas adecuadas: Algunas posiciones, como la de “crianza biológica” o la de “caballito”, pueden ayudar a conseguir un agarre profundo.
- Uso de pezoneras: En casos de dolor o dificultades severas, las pezoneras pueden proteger los pezones y ayudar a establecer una rutina de lactancia hasta que la función y el agarre mejoren.
- Compresión del pecho: Técnicas para facilitar la transferencia de leche al bebé y reducir su esfuerzo durante las tomas
Acompañamiento profesional
- Es importante señalar que, el profesional que interviene un frenillo, debe acompañar con revisiones presenciales la evolución de su intervención. Sólo él sabe cómo estaba ese tejido y cómo ha sido el procedimiento y, por tanto, es la persona que ha de estar en contacto directo con la familia y el bebé mientras la cicatrización se completa.
- El seguimiento con un fisioterapeuta especializado es esencial para garantizar que los ejercicios y técnicas se implementen correctamente.
- El acompañamiento durante la recuperación de la función es fundamental para verificar que el nuevo frenillo presenta las características correctas y que la evolución está siendo adecuada.
Cómo mejorar la lactancia con un bebé que tiene frenillo corto
Un frenillo lingual corto puede presentar retos en la lactancia, pero con las técnicas adecuadas y el apoyo profesional, es posible superarlos y garantizar una experiencia satisfactoria tanto para la madre como para el bebé. A continuación, exploraremos estrategias prácticas para mejorar la lactancia, incluyendo técnicas de posición y agarre, el uso de herramientas útiles, y la importancia del acompañamiento de un asesor de lactancia.
Posturas recomendadas para la lactancia con frenillo corto
Algunas posiciones pueden facilitar un agarre más efectivo:
- Posición de balón de rugby: Permite a la madre sostener la cabeza del bebé mientras tiene control visual y físico sobre el agarre y permite que el bebé pueda extender más su cuello, ayudando a que el agarre sea más profundo.
- Posición reclinada o biológica: Aprovecha la gravedad para facilitar un buen agarre, ayudando al bebé a manejar mejor la succión.
Cada madre y bebé son diferentes, por lo que es importante experimentar con estas posturas y adaptarlas según las necesidades individuales.
Uso de herramientas: pezoneras y extractores
Pezoneras
Las pezoneras pueden ser una herramienta valiosa para proteger los pezones de la madre y ayudar al bebé a mantener un agarre más estable cuando hay problemas con el frenillo corto. Su uso es especialmente útil en las siguientes situaciones:
- Cuando el frenillo impide que el bebé logre una succión eficaz.
- Si la madre tiene pezones planos o invertidos que dificultan el agarre.
- Para reducir el dolor y proteger los pezones de grietas o heridas mientras se trabaja en mejorar la técnica de lactancia.
Es importante utilizar pezoneras bajo la orientación de un asesor de lactancia para garantizar que no interfieran con la producción de leche ni con la transferencia efectiva.
Extractores de leche
En casos donde la lactancia directa sea difícil o el bebé no logre extraer suficiente leche, el uso de un sacaleches puede ser fundamental:
- Mantener la producción de leche: La extracción regular asegura que los niveles de producción de leche se mantengan adecuados.
- Aliviar el pecho: Evita congestiones y mastitis en caso de que el bebé no esté vaciando completamente el pecho.
- Alimentación alternativa: Permite que el bebé reciba leche materna mediante un biberón o sistema de alimentación suplementaria.
El asesoramiento profesional es clave para elegir el extractor más adecuado y establecer un horario de extracción eficiente.
Importancia del apoyo de un fisioterapeuta especializado en lactancia
Cuando se trata de superar los desafíos de la lactancia, como el frenillo corto, contar con el apoyo de un fisioterapeuta especializado en lactancia puede marcar una gran diferencia. Estos profesionales no solo brindan acompañamiento técnico y emocional, sino que están capacitados para identificar problemas específicos y diseñar estrategias personalizadas para solucionarlos.
¿Cómo puede ayudarte un fisioterapeuta especializado en lactancia?
Evaluación y diagnóstico de problemas específicos:
- Los fisioterapeutas especializados en lactancia estamos formados para detectar alteraciones anatómicas como el frenillo corto o restrictivo.
- Evaluamos la movilidad de la lengua, el agarre del bebé, y otros factores que puedan estar afectando la lactancia.
- Proporcionamos consejos sobre posiciones, uso de herramientas y ejercicios que mejoren la eficacia de la lactancia
Derivación al profesional adecuado:
- En ocasiones, el fisioterapeuta puede identificar que una cirugía, como una frenotomía, es necesaria. En este caso, te derivamos al profesional capacitado, como un otorrinolaringólogo o un odontopediatra.
- El objetivo es garantizar que recibas el tratamiento más adecuado para resolver el problema.
Preoperatorio y postoperatorio en casos de frenillo corto:
- Preoperatorio: Antes de la cirugía, el fisioterapeuta puede trabajar con el bebé para mejorar la fuerza y funcionalidad de la lengua, así como el resto de estructuras biomecánicas que estén en relación, equilibrando las tensiones y los tejidos para el procedimiento.
- Postoperatorio: Después de la frenotomía, el fisioterapeuta te ayudará a implementar ejercicios específicos para promover una correcta función y garantizar que la lengua del bebé recupere su movilidad de manera óptima.
Rehabilitación funcional de la lengua:
- Diseñamos nuestra intervención para mejorar la función, la movilidad y la fuerza de la musculatura oral, así como evaluamos y tratamos, si es necesario, el resto de estructuras en relación. Esto es esencial para que el bebé pueda succionar de manera eficiente y sin esfuerzo.
Acompañamiento durante todo el proceso:
- Un fisioterapeuta no solo aborda el problema inmediato, sino que también te acompaña en el camino para asegurarse de que la lactancia sea exitosa a largo plazo. Esto incluye revisiones periódicas, apoyo técnico y consejos personalizados.
¿En qué más puede ayudarte un fisioterapeuta especializado?
Identificación de causas subyacentes
En muchos casos, los problemas de lactancia no se deben únicamente al frenillo corto. El fisioterapeuta puede detectar otros factores, como tensiones musculares, plagiocefalia o desequilibrios posturales del bebé, que también interfieren con la lactancia.
Derivación estratégica
Si bien el fisioterapeuta puede abordar varios aspectos de la lactancia, sabe cuándo derivar a otros especialistas, como logopedas, odontopediatras, asesores de lactancia o médicos, para garantizar un enfoque multidisciplinario y completo.
Apoyo emocional y técnico
La lactancia puede ser un proceso desafiante, pero con el respaldo de un fisioterapeuta, recibirás no solo herramientas prácticas, sino también un acompañamiento cálido y cercano que te ayude a superar cualquier dificultad.
Beneficios de un seguimiento profesional en el tratamiento del frenillo corto
Un seguimiento profesional adecuado es esencial para garantizar que las intervenciones relacionadas con el frenillo corto tengan resultados óptimos. Más allá del diagnóstico inicial y el tratamiento, el acompañamiento continuo asegura que tanto la madre como el bebé logren una lactancia plena, cómoda y exitosa.
La importancia del acompañamiento en el proceso
Supervisión personalizada en cada etapa:
- Tras el diagnóstico, un profesional capacitado, como un fisioterapeuta especializado en lactancia, puede monitorizar el progreso del bebé y realizar ajustes según sea necesario.
- Este seguimiento incluye revisar el agarre, la movilidad lingual y la capacidad de succión del bebé después del tratamiento.
Identificación temprana de problemas secundarios:
- Durante el seguimiento, el profesional puede detectar complicaciones como la cicatrización inadecuada del frenillo tras una frenotomía o dificultades persistentes en la lactancia, lo que permite implementar soluciones rápidas y eficaces o la derivación para reevaluación por parte de otros profesionales.
Educación y apoyo continuo para los padres:
- Los padres aprenden ejercicios y técnicas para apoyar la recuperación del bebé, optimizar la lactancia y prevenir la aparición de nuevos problemas. Este conocimiento proporciona confianza y tranquilidad a las familias.
Prevención de recaídas:
- En algunos casos, la lengua del bebé puede volver a presentar tensiones tras el tratamiento. Un seguimiento adecuado incluye pautas para mantener una movilidad lingual funcional, así como la detección de nuevas situaciones que puedan desencadenar nuevos signos a evaluar.
Casos de éxito y mejoras tras el tratamiento
Los beneficios del seguimiento profesional son evidentes en los numerosos casos de éxito documentados por expertos en lactancia y fisioterapia. Algunos de los resultados más destacados incluyen:
Mejoras inmediatas en la lactancia:
- Muchas madres reportan una reducción significativa en el dolor durante las tomas poco después de implementar las recomendaciones o realizar una frenotomía.
- Los bebés logran un agarre más profundo y eficaz, lo que resulta en tomas más cortas pero más productivas.
Aumento en el peso del bebé:
- Al mejorar la transferencia de leche, los bebés que antes tenían dificultades para alimentarse comienzan a ganar peso de manera constante, lo que indica una mejor nutrición.
Fortalecimiento del vínculo madre-bebé:
- Resolver las dificultades de la lactancia reduce el estrés y la frustración en las madres, permitiéndoles disfrutar plenamente de este momento especial con sus bebés.
Casos de rehabilitación completa:
- En situaciones complejas donde el frenillo corto ha causado restricciones severas, un seguimiento que incluya ejercicios postoperatorios ha logrado restaurar completamente la movilidad lingual del bebé, evitando complicaciones a largo plazo en el habla y la alimentación.
Familias empoderadas y bien informadas:
- Las familias que reciben acompañamiento profesional adquieren las herramientas y el conocimiento necesario para manejar con confianza futuros desafíos relacionados con la lactancia.
Conclusión: Un mensaje de ánimo y esperanza para superar los desafíos de la lactancia
Reflexión sobre la superación de los desafíos en la lactancia
La lactancia no siempre es tan natural como solemos imaginar. Muchas madres llegan a mí sintiéndose frustradas porque esperaban que fuera algo sencillo e instintivo. Pero la verdad es que cada madre y cada bebé son únicos, y en ocasiones, necesitamos un poco de ayuda para encontrar nuestro ritmo. Ya sea un frenillo corto, dificultades de agarre, dolor o problemas de producción de leche, quiero recordaros que cada desafío que superéis es un paso más hacia una lactancia más plena y satisfactoria.
Superar los retos en la lactancia no sólo beneficia al bebé, sino que también te fortalece a ti como madre. Cada esfuerzo que haces para mejorar esta experiencia demuestra tu amor, tu dedicación y tu deseo de ofrecer lo mejor a tu pequeño. Por eso, quiero que te sientas orgullosa de cada paso que das, por pequeño que parezca.
Recuerda que las soluciones no siempre son inmediatas, pero con paciencia, práctica y el acompañamiento adecuado, muchas madres logran disfrutar de una lactancia exitosa. La clave está en hacer todo lo que se pueda y hasta donde se pueda y en buscar ayuda cuando sea necesario.
Agradecimiento a los profesionales que ayudan a madres y bebés
Desde mi experiencia como fisioterapeuta especializada en lactancia, he tenido el privilegio de acompañar a muchas madres y bebés en este proceso. Pero no lo hago sola. Quiero expresar mi agradecimiento a todos los profesionales que formamos parte de este equipo multidisciplinario: asesores de lactancia, pediatras, matronas, odontopediatras, otorrinolaringólogos y logopedas. Cada uno de nosotros aporta una pieza fundamental para identificar y resolver los problemas que pueden surgir en la lactancia.
