Fisioterapia y Asesoramiento en Lactancia

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Cómo manejar la APLV en bebés y seguir disfrutando de la lactancia materna

Tabla de contenidos

¿Qué es la APLV y por qué es importante abordarla?

Como madre y fisioterapeuta especializada en lactancia, sé lo importante que es entender la Alergia a la Proteína de la Leche de Vaca (APLV), una de las alergias alimentarias más comunes en los primeros meses de vida. La APLV se produce cuando el sistema inmunológico del bebé identifica erróneamente las proteínas de la leche de vaca como una amenaza, causando síntomas que pueden afectar su bienestar y el de toda la familia.

Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son esenciales para prevenir complicaciones como deficiencias nutricionales o problemas de desarrollo. Estoy aquí para ayudarte a comprender esta condición y acompañarte en cada paso para garantizar la salud de tu bebé y tu tranquilidad.

La relación entre APLV y la lactancia materna

Si estás amamantando y tu bebé tiene APLV, quiero que sepas que la lactancia materna sigue siendo la mejor opción. Ajustando tu dieta para eliminar las proteínas de la leche de vaca, puedes continuar proporcionando a tu bebé todos los beneficios únicos de la leche materna: protección inmunológica, apoyo en su desarrollo y una conexión emocional inigualable.

La lactancia materna, además de ser el alimento ideal para el bebé, puede favorecer la tolerancia futura a alimentos y reducir el riesgo de desarrollar alergias adicionales. Si necesitas orientación sobre cómo adaptar tu dieta para seguir lactando, estaré encantada de acompañarte en este proceso, dándote pautas iniciales y remitiéndote al profesional más adecuado para su abordaje.

APLV en bebés: síntomas, diagnóstico y tratamiento

¿Qué es la APLV?

La APLV ocurre cuando el sistema inmunológico de tu bebé reacciona de forma exagerada a las proteínas de la leche de vaca, desencadenando una respuesta inflamatoria. Las principales causas incluyen:

Predisposición genética: Si hay antecedentes familiares de alergias, el riesgo de APLV es mayor.

Sistema inmunológico inmaduro: Los bebés, especialmente durante los primeros meses, tienen un sistema inmunológico en desarrollo que puede ser más reactivo.

Exposición temprana y única (1 sola vez): Introducir productos lácteos en la dieta del bebé antes de los seis meses puede aumentar la probabilidad de desarrollar alergias alimentarias. La exposición una sola vez, de manera aislada, a la proteína, hace que el sistema inmune reciba el primer estímulo, que si luego no se repite “con frecuencia/cadencia”, puede desencadenar la respuesta inmune posterior.

La APLV se clasifica en:

Mediada por IgE: Reacciones inmediatas y, a menudo, graves.

No mediada por IgE: Reacciones más lentas que pueden ser difíciles de identificar sin un seguimiento profesional.

 

Es fundamental realizar un diagnóstico preciso para determinar qué tipo de APLV afecta a tu bebé y adaptar el tratamiento a sus necesidades específicas.

Síntomas comunes de la APLV en lactantes

Los síntomas de la APLV pueden variar de un bebé a otro y afectar distintos sistemas del cuerpo. Aquí te detallo los más comunes:

Síntomas digestivos

– Diarrea, a veces con sangre.

– Vómitos “en escopeta” (explosivos), frecuentes o regurgitación excesiva.

– Cólicos intensos que provocan llanto prolongado.

– Cacas con presencia de moco (como hilos de clara de huevo, brillantes…)

– Alta demanda de tomas con rechazo al pecho al poco de comenzar a mamar.

Síntomas cutáneos

– Urticaria (ronchas rojizas que pican).

– Eczema, que aparece como enrojecimiento y sequedad en la piel, especialmente en mejillas y pliegues.

Síntomas respiratorios

– Sibilancias o sonidos agudos al respirar.

– Congestión nasal persistente que puede dificultar la respiración.

Al observar alguno de estos síntomas, es importante acudir a un profesional que pueda realizar una evaluación adecuada y confirmar si se trata de APLV. Este paso es clave para evitar complicaciones y garantizar el bienestar de tu bebé.

Diagnóstico de la APLV

El diagnóstico de la APLV requiere la intervención de profesionales especializados que puedan garantizar un proceso completo y riguroso. Entre ellos, destacan:

  • Pediatras: Son los primeros en evaluar al bebé y detectar posibles signos de alergia. Pueden derivar a especialistas si consideran necesario un análisis más detallado
  • Alergólogos: Realizan pruebas específicas para confirmar la APLV, como tests cutáneos y análisis de sangre (IgE).
  • Digestivos pediátricos: Estos especialistas son fundamentales para diagnosticar y tratar la APLV, especialmente cuando los síntomas afectan de manera significativa al sistema digestivo del bebé, como diarrea persistente o vómitos severos.

 

Estos profesionales trabajan de forma conjunta para garantizar un diagnóstico preciso. Los pasos habituales incluyen:

Pruebas de alergia

Test cutáneo: Permite detectar sensibilidades inmediatas a las proteínas de la leche de vaca.

Análisis de IgE: Confirma la alergia mediada por anticuerpos.

Dieta de exclusión y reintroducción

– Se elimina la leche de vaca de la dieta del bebé (y de la madre, si está amamantando) durante varias semanas.

– Posteriormente, se reintroducen las proteínas bajo supervisión médica para observar posibles reacciones.

Tratamiento inicial y manejo continuo

El manejo de la APLV se basa en la eliminación de las proteínas de la leche de vaca de la dieta del bebé, ya sea retirándolas de la dieta de la mamá si es una lactancia materna, o cambiando el tipo de leche de fórmula.

Eliminación de la leche de vaca: Sustituir por fórmulas especiales, como fórmulas hidrolizadas o de aminoácidos, según la severidad del caso.

Seguimiento profesional: El seguimiento será realizado por un digestivo pediátrico o un alergólogo, quienes supervisarán el progreso del bebé, asegurándose de que la dieta sea adecuada para prevenir deficiencias nutricionales y abordar cualquier complicación asociada a la APLV.

Además, es importante ofrecer un apoyo integral a las familias, ayudándolas a adaptarse a las nuevas pautas alimenticias y resolver dudas a lo largo del proceso.

Lactancia materna en bebés con APLV

¿Es posible continuar la lactancia materna?

¡Claro que sí! La lactancia materna sigue siendo la mejor opción, incluso en casos de APLV. Ajustando tu dieta para eliminar las proteínas de la leche de vaca, puedes seguir amamantando y proporcionando a tu bebé todos los nutrientes y defensas que necesita.

Además, la lactancia materna ofrece beneficios únicos que no pueden ser reemplazados por otras alternativas, como el fortalecimiento del sistema inmunológico y el apoyo al desarrollo emocional y físico del bebé.

Adaptaciones en la dieta materna

Alimentos a evitar:  

– Leche, queso, yogur, mantequilla y todos los derivados lácteos.

– Productos procesados que puedan contener proteína o trazas de proteína de leche de vaca.

 

Opciones alternativas:

– Bebidas vegetales enriquecidas, como las de avena o almendra, siempre revisando las etiquetas para evitar contaminaciones cruzadas.

 

Es importante contar con la orientación de un nutricionista para garantizar que tu dieta sea equilibrada y cubra todas tus necesidades nutricionales mientras eliminas los lácteos.

Beneficios de la lactancia materna frente a la APLV

Menor riesgo de alergias adicionales: Los componentes de la leche materna ayudan al sistema inmunológico del bebé.

Promoción de la tolerancia: La leche materna puede ayudar a que el bebé desarrolle tolerancia a otros alimentos en el futuro.

Alternativas de alimentación para bebés con APLV

Fórmulas adaptadas

Cuando no es posible mantener la lactancia materna, existen fórmulas especialmente diseñadas para bebés con APLV:

Fórmulas hidrolizadas: Contienen proteínas parcial o totalmente descompuestas que reducen su potencial alérgeno.

Fórmulas de aminoácidos: Son la opción más segura para casos severos, ya que las proteínas están completamente descompuestas.

 

Estas fórmulas deben ser recomendadas por un profesional para garantizar que se adapten a las necesidades específicas del bebé.

Introducción de alimentos sólidos en bebés con APLV

La alimentación complementaria debe iniciarse con alimentos seguros y bajo supervisión, sobre todo de cara a la reintroducción de alérgenos o alérgenos potenciales:

– Introducir frutas, verduras y cereales (todo ello sin trazas de leche), así como proteínas (dependiendo de la pauta del especialista que os lleve) y grasas. 

– Evitar alimentos procesados o etiquetados como «puede contener leche» o “puede contener trazas de leche”.

Supervisión profesional en la alimentación alternativa

Es imprescindible contar con un pediatra o especialista en digestivo, para garantizar que la dieta de tu bebé sea equilibrada y cumpla con sus necesidades nutricionales.

Lactancia materna: un recurso compatible y esencial

La lactancia materna no sólo es compatible con la APLV, sino que aporta beneficios únicos para el bebé y la madre. Para que sea efectiva, es fundamental que la madre elimine estrictamente de su dieta los alimentos que contengan proteínas de leche de vaca. Es importante mencionar que los productos etiquetados como «sin lactosa» no son lo mismo que aquellos exentos de proteínas o trazas de proteína de leche de vaca, por lo que revisar las etiquetas cuidadosamente es crucial.

Con el acompañamiento de una asesora de lactancia, podrás recibir orientación personalizada y apoyo durante todo el proceso. Una asesora puede ayudarte a mejorar la técnica de lactancia y resolver dudas, siempre siguiendo las pautas establecidas por el equipo médico que esté tratando al bebé. Este apoyo integral es clave para garantizar una experiencia de lactancia exitosa y reconfortante tanto para ti como para tu bebé.

Conclusión

Abordar la APLV puede ser un desafío, pero con el diagnóstico adecuado y el apoyo necesario, es totalmente manejable. Mi misión es ayudarte a superar estas dificultades para que tú y tu bebé podáis disfrutar de una lactancia plena y saludable.

 

Hemos de tener en cuenta que el proceso clínico que aparece ante una APLV, genera una serie de cambios inflamatorios a varios niveles y estos pueden tardar meses en resolverse, de forma que los síntomas digestivos, dermatológicos o de irritabilidad pueden persistir. ¡No desesperes! Hemos de entender que el cuerpo tiene sus tiempos de curación. Los especialistas que guiamos el proceso estaremos a tu lado, supervisando los signos y síntomas y verificando que todo progresa adecuadamente. 

 

Si necesitas orientación o apoyo, estoy aquí para ayudarte. Juntas podemos trabajar para garantizar el bienestar de tu bebé y tu tranquilidad como madre. ¡No dudes en contactarme!

Chus Coterillo
Chus Coterillo

Fisioterapia especializada en lactancia

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